Parque Iberá
Los Esteros del Iberá dan sustento a cientos de especies de aves, incluyendo a una recién descubierta por la ciencia y que lleva con orgullo el nombre de Capuchino Iberá y a otras tantas amenzadas que encontraron refugio con la recuperación de los pastizales, como el yetapá de collar, el tordo amarillo y la monjita dominicana. Además varios mamíferos amenazados de extinción encuentran refugio en este enorme humedal, como el Ciervo de los pantanos y el Aguará guazú. Y se suman entre otros, los célebres yacarés o “caimanes” junto a la enorme boa Curiyú. Y como si esto fuese poco, la región es escenario de un ambicioso proyecto que busca restaurar poblaciones viables de algunas especies que lamentablemente fueron exterminadas, como el Oso hormiguero grande, el Guacamayo Rojo, la Nutria gigante, estas últimas dos extintas a nivel nacional, y nada menos que el rey de los felinos americanos: el Yaguareté. Las páginas que siguen nos mostrarán esta riqueza.
En el interior de la Reserva Natural Iberá de 1 millón 300 mil hectáreas se ubica el Gran Parque Iberá con una superficie de 768.000 hectáreas, el Gran Parque Iberá está conformado por las 600.000 hectáreas del Parque Provincial Iberá más las 168.000 hectáreas del Parque Nacional Iberá, donadas por la Fundación Rewilding Argentina (antes The Conservation Land Trust) para disfrute de todos los correntinos y como motor económico de 20 municipios de forma directa e indirecta, a partir de la producción de naturaleza y vida silvestre.
Años atrás el Iberá era “esa zona improductiva” que dividía la provincia y que no se sabía muy bien qué hacer con ella. Hoy, es el corazón que une a los correntinos y en este contextos el Gran Parque Iberá se ubica como un territorio inteligente que contribuye al progreso sustentable y al crecimiento económico de Corrientes, con le potencial de generar más de 20 mil puestos de trabajo.
Este “territorio inteligente”, así denominado por promover un desarrollo que a la vez sea sostenible, creativo y equitativo, debe ser ordenado y preparado para rendir los mejores frutos a lo largo de los años, manteniendo su calidad y sustentabilidad. Por este motivo, para la producción de naturaleza y vida silvestre también será necesaria la aplicación de Buenas Prácticas Productivas.